Serie: Seguimos luchando por nuestros derechos
EL BLOG OPINA:
Quisiéramos opinar algo que reflejara la desazón de muchos venezolanos trabajadores, gente de bien que luchan por una Venezuela próspera y libre, pero no los dejan. ¿Adonde nos llevará todo esto? Es como una plaga que se cierne sobre nuestros campos otrora productivos...Quiera Dios que se den las soluciones necesarias.
Cómete tu plátano ruso
ALEXANDER CAMBERO | EL UNIVERSAL
miércoles 2 de febrero de 2011 12:20 PM
El imperio zarandeado, va tras la creciente prosperidad de las fértiles tierras del Sur del Lago de Maracaibo. Anhela revivir sus antiguas glorias, logrando ponerle la mano a áreas estratégicas de Venezuela, y que le darían acceso al torrente económico de la nación. Detrás de la supuesta revolución del campo, están las voraces agallas de la federación rusa. Sus intereses pasan por levantarse de su cruel derrota de hace veintidós años, cuando la caída del muro de Berlín, se transformó en la aniquilación del sistema comunista. Aquella felpa que entre mandarriazos y gritos de libertad; le infligieron los ciudadanos berlineses hizo posible que todo el planeta terminara por descubrir las miserias que estaban ocultas más allá de la cortina de hierro.
La epopeya del pueblo alemán arrasando con aquel signo de la barbarie; armazón de gruesos pivotes de cemento y cabillas encofrados, que se levantaba erguida sobre la ruina moral de una ciudad partida en su corazón. Hizo que su desmoronamiento significara la muerte de la propuesta comunista; con la excepción de Cuba, Corea del Norte y uno que otro romántico desaliñado que cree que podrán revivir al zafio asesino.
Ahora planea una estrategia silenciosa. Subrepticiamente avanza buscando oxigeno en nuestro continente. Es el mismo espantapájaros de la pradera roja, solo que en las duras circunstancias actuales, tiene que tener la habilidad de saber ocultar sus costillas y órganos de paja seca.
En Venezuela tienen diversos negocios. Una de sus nuevas acciones es tener el control del Sur del Lago de Maracaibo. Poder usufructuar todo aquel emporio alimentario que lograron valerosos compatriotas. Ellos sin ningún esfuerzo, quieren apoderarse de lo que costó sangre, sudor y lágrimas.
Es extraño que los rusos manifiesten su repentino amor por el plátano. Toda su gastronomía milenaria rindiendo loas al invitado especial de la mesa zuliana. Descubrieron que un buen patacón es más delicioso que sus sopas desabridas. Que un chirriar abundante, que dora los senderos de la tierna piel y la hace pasajero divino de la lengua; tiene mayor gusto que aquellas copiosas comidas que hacen estremecer al estómago que sufre.
Que interesante sería ver a los rusos cultivando plátanos, llevando en sus espaldas los racimos. Limpiando y luchando contra el verano y las serpientes que viven rondando la frescura debajo de las tiernas hojas. Metiéndose en los pantanos para avanzar hasta el cultivo contiguo. Es decir ganándose algo con el sudor de la frente, y no buscando arrancarle a sus verdaderos dueños la propiedad, para entregárselas a sectores que son impulsados por el convenio Rusia-Venezuela. Eso sí es traición a la patria, inducir a la república a que sea parte de un plan de dominación por parte de una potencia extranjera. Critican un imperio y se acuestan con otro; denigran de Estados Unidos llamándolo de la peor manera, pero, le venden el petróleo y hasta financian planes sociales en algunos de sus estados. Toda una hipocresía que describe como aquí se vive en un permanente cuento.
En cambio, los cosacos nos engañan con su tecnología de tercera. En donde son verdaderos expertos es en restringir las libertades; acabando con cualquier signo de pensamiento individual. Hoy Rusia es un cóctel de corruptelas, hambre y violencia étnica; ni hablar del tráfico de órganos humanos: "La prensa francesa informó que una 'empresa' de Moscú había extraído 700 órganos importantes, entre corazones, pulmones y riñones, 1.400 hígados, 18.000 timos y 2.000 ojos, todos destinados a pacientes que pagaban elevados precios en hospitales y corporaciones sanitarias de todo el mundo". Es bueno aclarar que no culpamos al gobierno ruso, sin embargo, su incapacidad para contrarrestar estas prácticas, le brinda campo abonado a todos aquellos que se enriquecen con esto. El tráfico de órganos humanos es severamente castigado, existe en Europa y Estados Unidos un amplio equipo multidisciplinario que investiga estos hechos, concretamente la administración Obama, prepara una nueva propuesta en este sentido.
Alexandercambero@hotmail.com twitter: @alecambero
La epopeya del pueblo alemán arrasando con aquel signo de la barbarie; armazón de gruesos pivotes de cemento y cabillas encofrados, que se levantaba erguida sobre la ruina moral de una ciudad partida en su corazón. Hizo que su desmoronamiento significara la muerte de la propuesta comunista; con la excepción de Cuba, Corea del Norte y uno que otro romántico desaliñado que cree que podrán revivir al zafio asesino.
Ahora planea una estrategia silenciosa. Subrepticiamente avanza buscando oxigeno en nuestro continente. Es el mismo espantapájaros de la pradera roja, solo que en las duras circunstancias actuales, tiene que tener la habilidad de saber ocultar sus costillas y órganos de paja seca.
En Venezuela tienen diversos negocios. Una de sus nuevas acciones es tener el control del Sur del Lago de Maracaibo. Poder usufructuar todo aquel emporio alimentario que lograron valerosos compatriotas. Ellos sin ningún esfuerzo, quieren apoderarse de lo que costó sangre, sudor y lágrimas.
Es extraño que los rusos manifiesten su repentino amor por el plátano. Toda su gastronomía milenaria rindiendo loas al invitado especial de la mesa zuliana. Descubrieron que un buen patacón es más delicioso que sus sopas desabridas. Que un chirriar abundante, que dora los senderos de la tierna piel y la hace pasajero divino de la lengua; tiene mayor gusto que aquellas copiosas comidas que hacen estremecer al estómago que sufre.
Que interesante sería ver a los rusos cultivando plátanos, llevando en sus espaldas los racimos. Limpiando y luchando contra el verano y las serpientes que viven rondando la frescura debajo de las tiernas hojas. Metiéndose en los pantanos para avanzar hasta el cultivo contiguo. Es decir ganándose algo con el sudor de la frente, y no buscando arrancarle a sus verdaderos dueños la propiedad, para entregárselas a sectores que son impulsados por el convenio Rusia-Venezuela. Eso sí es traición a la patria, inducir a la república a que sea parte de un plan de dominación por parte de una potencia extranjera. Critican un imperio y se acuestan con otro; denigran de Estados Unidos llamándolo de la peor manera, pero, le venden el petróleo y hasta financian planes sociales en algunos de sus estados. Toda una hipocresía que describe como aquí se vive en un permanente cuento.
En cambio, los cosacos nos engañan con su tecnología de tercera. En donde son verdaderos expertos es en restringir las libertades; acabando con cualquier signo de pensamiento individual. Hoy Rusia es un cóctel de corruptelas, hambre y violencia étnica; ni hablar del tráfico de órganos humanos: "La prensa francesa informó que una 'empresa' de Moscú había extraído 700 órganos importantes, entre corazones, pulmones y riñones, 1.400 hígados, 18.000 timos y 2.000 ojos, todos destinados a pacientes que pagaban elevados precios en hospitales y corporaciones sanitarias de todo el mundo". Es bueno aclarar que no culpamos al gobierno ruso, sin embargo, su incapacidad para contrarrestar estas prácticas, le brinda campo abonado a todos aquellos que se enriquecen con esto. El tráfico de órganos humanos es severamente castigado, existe en Europa y Estados Unidos un amplio equipo multidisciplinario que investiga estos hechos, concretamente la administración Obama, prepara una nueva propuesta en este sentido.
Alexandercambero@hotmail.com twitter: @alecambero
Llanuras del Sur del Lago, tierra de la Patria tan bendita y noble como la guariqueña Material gráfico: lacasitademaribri.blogspot.com noticias365.com.ve |