29/04/2015
- 08:00Carmen S. Berdejo
Adriana
está preocupada por su nuevo proyecto en el trabajo. Tiene que colaborar con
varios compañeros y sabe de antemano que tendrá problemas con ellos: uno tiene
un carácter muy autoritario y no tiene en cuenta la opinión de otros; y cuando
deja que la expresen, se lo toma como un ataque personal. Otro es un cotilla
que no hace más que malmeter. Otro, un desganado con el que se le quitan a uno
las ganas de trabajar. Y, para colmo, su jefe es incapaz de decir lo que quiere
y se expresa con vaguedades y generalidades.
La
situación laboral de Adriana no es infrecuente. Todos nos hemos encontrado en
ocasiones con estos compañeros 'tóxicos' que frenan a los demás y entorpecen el
trabajo: vagos, cotillas, trepas, manipuladores...
Lo
difícil en estos casos es identificarlos a tiempo para tomar medidas y evitar
que su influencia afecte a nuestro trabajo y bienestar emocional. «Lo que debe darte la pista de que te
encuentras ante un personaje 'tóxico' -explica la psicóloga Isabel Serrano,
directora del Centro EnPositivoSí - es que te hacen sentirte incómodo y
nervioso, notas que estás demasiado pendiente de ellos, tiendes a cambiar tu
estado de ánimo para adaptarte al suyo y también a cambiar tus planes para
atender a sus demandas. Estos personajes suelen utilizar la adulación, la
frialdad o la crítica, y aunque no puedas definir con exactitud qué está
ocurriendo, una señal te dice que algo no va bien».
También
se los reconoce porque intentan hacerte sentir responsable de tareas que no son
de tu competencia, se meten en todas las conversaciones, quitan importancia a
tus éxitos, se atribuyen como propias ideas tuyas, critican mucho y controlan
constantemente tus movimientos. Hay algunos que incluso fingen ser tus amigos,
aunque al final acaban mostrando sus muchas caras ocultas .
Si logran
que pierdas los nervios y no tengas ilusión ni ganas de trabajar, para estos
personajes el objetivo está cumplido. Por desgracia no hay un solo tipo de
compañero 'tóxico' y sus métodos son muy variados. Diferenciarlos e
identificarles es clave para hacerles frente y hasta para salvar tu carrera
profesional.
Cómo
acabar con ellos en seis pasos
1.-
Identifica a estos sujetos 'tóxicos' cuanto antes y aléjate emocionalmente de
ellos.
2.- Si discutes
con uno, no caigas en la descalificación personal. Céntrate en la parte técnica
del problema.
3.- Evita
que lleven las discusiones al terreno personal. Redirígelas hacia los hechos y
evita las opiniones.
4.- En el
ámbito laboral es útil que las comunicaciones queden por escrito.
5.- No
los valores como una amenaza. Céntrate en las soluciones y defiende siempre tus
derechos.
6.- Si
nada de esto funciona en el ámbito laboral, pide que intervenga un mediador.
«Aunque sea difícil, es preciso ser claro sobre lo que se opina o desea -afirma
Guadalupe
Viola, abogada y mediadora- , así como dar importancia a la forma de hacerlo.
En ocasiones, aunque no sean del agrado de todos, ciertas opiniones y
resultados se aceptan mejor si la forma en que se transmitieron se percibe como
adecuada y justa».
¿Que
hacer si te encuentras a...? Tipos de compañeros 'tóxicos' hay muchos: vagos,
victimistas, manipuladores... Librarse de ellos obliga, primero, a
reconocerlos, y después, a debilitar sus estrategias. La psicóloga Isabel
Serrano nos cuenta algunas estrategidas para tenerlos bajo control.
El
victimista
- ¿Cómo
es? Quiere que hagas por él lo que él debería hacer por sí mismo. Obtiene poder
haciéndote sentir culpable en cuanto no haces lo que él te indica que le haría
estar mejor.
- ¿Cómo
hacer para que no te perjudique? No le escuches más de diez minutos para no
contagiarte, dile que lamentas lo que le sucede y aléjate sin hacer nada, pero
sin dejar que te embargue ningún sentimiento de culpa. Deja que esa persona
resuelva por sí misma sus problemas y prémiate por haber evitado un grave
riesgo emocional.
El
cabreado crónico
- ¿Cómo
es? Generalmente es un tipo agresivo que siempre está enfadado o bien aprovecha
la mínima oportunidad para hacer comentarios hirientes. Obtiene poder generando
temor y haciendo que te sientas impotente.
- ¿Cómo
hacer para que no te perjudique? No te excuses ni le preguntes qué le pasa ni
le des explicaciones. Tampoco te muestres molesto o a la defensiva con él.
Aléjate dejándole enfadado y solo hasta que se enfríe. Eso ayuda a desarrollar
autocontrol. Piensa para ayudarte que para él es mejor estar solo.
El desganado
- ¿Cómo
es? Quiere que le prestes atención y que tú aportes la energía y la ilusión que
ellos no tienen . Les cuesta hacer cambios y quejándose desvían la atención de
su desgana y errores.
- ¿Cómo
hacer para que no te perjudique? No escuches sus quejas y desganas durante
mucho tiempo: solo 10 minutos, pero hazlo atentamente y pregúntales con
interés. ¡Es mágico, porque dejan de quejarse! Después te vas. Cuando se ven
solos pueden ver su parte de responsabilidad en lo que les sucede y aunque se
enfaden habrán aumentado su energía.
El
manipulador
- ¿Cómo
es? Si notas que estás haciendo cosas que van en contra de ti y de tus valores,
es un indicio de que tienes un manipulador cerca.
- ¿Cómo
hacer para que no te perjudique? No le des nunca información. Frente a él, el
silencio es una gran estrategia. Si puedes evitar escucharles, estupendo. No
dejes que te aísle para que vea que tienes gente que te apoya; así se dará
cuenta de que tú sabes que está intentando manipularle. Confía en ti mismo,
porque normalmente nuestro sexto sentido nos avisa cuando nos encontramos en
presencia de uno de estos seres.
El
criticón
- ¿Cómo
es? Cuestiona cualquier actividad y motivación. Siempre busca la manera de
hacer quedar mal a los demás.
- ¿Cómo
hacer para que no te perjudique? Si le respondes o le contradices, lo que
consigues es darle poder, pues este tipo de persona está obsesionada con la
idea de llevar siempre la razón. No le contradigas, relájate y, cuando le
mires, sonríe; eso le sacará de quicio. Suele ser un tipo de persona tan
insatisfecha que acaban rebajando el optimismo de los que le rodean. Por eso,
lo menor es tenerla lejos y no dejarte contagiar por su estilo.
El trepa
- ¿Cómo
es? Para él, tú solo eres un medio para alcanzar sus objetivos. No esperes
empatía de él. Es superficial y no tiene capacidad autocrítica. Siempre está al
lado de quien más les conviene y es un maestro a la hora de echar la culpa a
los demás y sacar el mayor rédito posible del error ajeno.
- ¿Cómo
hacer que no te perjudique? El silencio debe ser tu gran estrategia frente a
él. También puedes optar por ponerle límites claros y márcale hasta dónde va a
llegar, porque no le vas a permitir más que eso. Escúchale con atención porque
enseguida verás sus intenciones.
El
cotilla
- ¿Cómo
es? El correveidile vive de lo que investiga y le gusta infundir rumores y
hablar mal de los demás. A la larga, contribuye a generar bandos dentro de su
empresa lo que genera un ambiente negativo para su funcionamiento, pues crea un
clima de desconfianza muy dañino.
- ¿Cómo
hacer que no te perjudique? No le des información sobre ti ni dejes que te
hable de otros. Si ves que cotillea sobre ti, ve directamente a la persona y
habla con ella. Si continúa haciéndolo enfréntate a él para marcarle los
límites. Si no cambia su actitud, lo mejor es cortar la relación.